Feria del Libro Madrid Como todos los años, de caseta en caseta y de repente le veo, Luis Goytisolo, delgado, con camisa azul oscuro, pelo cano, no tiene grandes colas ni barullo de gente haciéndole fotos, como un autor de su talla merecería, está sentado plácidamente, charlando con la encargada de la caseta. Me digo, qué pena no haber traído mi ejemplar de Antagonía, pero no es plan el ir cargado con semejante volumen por el metro. Me lo pienso un par de veces, paso de largo pero luego doy media vuelta, cómo perder semejante ocasión, poder saludar a uno de los mayores escritores europeos del último siglo. Así que me planto ante él, buenas tardes, don Luis, es un placer poderle saludar, ya estoy leyendo su novela pero no lo he podido resistir y voy a volverla a comprar, y don Luis, mientras me dedica el ejemplar con escritura algo temblorosa, me explica que al principio se hace algo dura, pero que en el último libro es donde todo toma forma, el libro escrito por Raúl, el protagonista de la novela.
Le pregunto si no le importa que le haga una foto, y tras sugerirlo la chica de la caseta, don Luis sale de la misma y se coloca a mi izquierda, se preocupa de que tengamos buena luz, un fondo adecuado, y nos retratamos. Un hombre muy sencillo y amable, del que siempre guardaré un muy grato recuerdo. Ahora a continuar con la lectura de su gran novela.
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